viernes, 8 de enero de 2016

El TDAH y el control de las emociones





En una entrada anterior ya hablamos de como un aspecto básico para alcanzar nuestras metas en la vida, el autocontrol, estaba mucho menos desarrollado en las personas con TDAH. Esta vez vamos a explicar cómo funciona la autorregulación emocional un aspecto básico del autocontrol. O sea vamos a analizar cómo muchos seres humanos son capaces de gestionar las emociones en situaciones difíciles. Algo que sin duda supone una dificultad añadida para las personas con TDAH.  Para ello nos vamos a servir del modelo de Gross quien divide la autorregulación emocional en dos etapas: 


  1. La primera corresponde a la activación emocional provocada por la situación. Por ejemplo estamos jugando a las cartas, pensando que vamos a ganar porque tenemos una buena mano hasta que descubrimos que el otro jugador tiene mejores cartas que nosotros y perdemos. Se activa una respuesta de ira de forma fisiológica (estamos presuponiendo que no nos gusta perder).
  2.  La segunda etapa corresponde al control semi-consciente emocional y se divide de 4 fases: 
    • Inhibición emocional: reducimos la intensidad emocional de la respuesta emocional haciendo más pequeña esa emoción dentro de nuestro cerebro. 
    • Distracción: redirigimos nuestra atención hacia otro estímulo del lugar en el que estamos ubicados con lo que conseguimos desconectarnos del estado emocional anterior. Por ejemplo empezamos a mirar una de las sillas de la habitación y a acordarnos de que son iguales que las nuestras. 
    • Re-evaluación de la situación: nos decimos a nosotros mismos frases como "no tiene importancia" "sólo es un juego", "es mejor tomárselo con tranquilidad".
    • Respuesta alternativa: nos acordamos de un chiste sobre un mal jugador y nos reímos delante del otro jugador y continuamos jugando.
Todo este proceso sucede en pocos segundos y las personas que lo realizan, normalmente, no son enteramente conscientes del mismo debido a un correcto desarrollo del autocontrol emocional durante la infancia. Como ejemplo vamos a recrear otra situación cotidiana comparando la hipotética reacción de una persona con TDAH frente a un suceso emocional intenso con otra persona sin TDAH. 

Etapa 1: Describimos una situación comun en la que se elicita una respuesta emocional desagradable. En una empresa un supervisor comienza a culpar sin motivo y de malas maneras a un empleado por los malos resultados de la empresa. Presuponemos que ambas personas están bajo las mismas condiciones de trabajo (son eventuales) y que, por el momento, necesitan seguir conservando el puesto de trabajo.

Etapa 2: A continuación mostramos las diferentes formas de gestionar una respuesta emocional de ira en la misma situación tensa: 


Persona sin TDAH
Persona con TDAH
Inhibición
Al escuchar a su supervisor gritar empieza a imaginarse su voz más baja en su cabeza y su imagen más borrosa
Se queda escuchando a su supervisor sin inhibir su atención.
Distracción
Comienza a girar la cabeza hacia otro lado y a mirar uno de los cuadros de la sala con atención mientras el supervisor sigue con la “retaila”
No puede evitar seguir escuchando a su supervisor contagiándose del clima emocional el cual cada vez se vuelve más tenso
Reevaluación
Se empieza a decir cosas como“tiene un mal día y lo está pagando conmigo” “no tiene ningún derecho a hacer lo que hace” “ahora no es momento de decirle nada no puede razonar” “voy a pensar en lo amable que fue conmigo el primer día…”
Se empieza a decir cosas como: “Sera hijo de *#@¡¡” “pero qué se ha creído” “a mi no me chilla así…”
Respuesta
En un tono emocional distinto al del supervisor “entiendo lo mucho que está sufriendo…”
Gritos e insultos varios que como resultado acarrean la marcha del trabajador de la empresa...

De esta manera, las personas con TDAH pueden pensar y sentir lo mismo que cualquier otra, la dificultad radica en cómo gestionan sus emociones y pensamientos en situaciones cotidianas que exigen un plus de autocontrol  para cualquiera y qué no son fáciles ni agradables para nadie. Por su puesto, cualquier persona puede tener "días malos" debido al cansancio y la saturación emocional y reaccionar de forma desproporcionada pero en el caso de las personas con TDAH esto es mucho más frecuente y afecta a su vida de manera más grave. 

¿Qué se puede hacer? 

Es posible que la medicación aumente nuestra capacidad general de concentración, pero por sí misma no enseña destrezas que pueden y deben aprenderse a ser posible en el mismo lugar en el cual surjen las dificultades. En principio el propio del modelo, Gross, habla de dos tipos de estrategias: 

  • Estrategias Proactivas. Son aquellas con las que pretendemos prevenir las situaciones antes de que sucedan entre las que destacan: 
    • Evitar las situaciones. Si sabemos que con cierta persona nos vamos a poner a discutir es mejor procurar no colocarnos a su lado.
    • Modificar las situaciones. Si por ejemplo sabemos que es inevitable estar junto a una persona, intentar realizar tareas que sean incompatibles y con las que no podamos interaccionar de manera forzada.
  • Estrategias Reactivas.Son aquellas con las que aumentamos nuestros recursos para poder reaccionar mejor.
    • Aprender a reconocer la emoción y modularla y saber cómo "encogerla" con estrategias mentales cómo imaginándola más pequeña o más lejana o menos aguda, etc...
    • Aprender a desviar la atención hacia otros estímulos. Pensar en cualquier objeto o lugar en el que podamos fijarnos cada vez que aparezcan estos estímulos.Aprender a contar ciertos objetos del lugar miestras se da la situación tensa.
    • Desarrollar el diálogo interno. Una vez que sepamos desconectarnos de la emoción aprender a darnos instrucciones a nosotros mismos. 

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